Leo en Twitter que los compañeros de la prensa han sufrido una verdadera odisea para volver de la ITB de Berlín. Otro año más. Es ya una tradición terrorífica. De nada sirve tanto esfuerzo de promoción si no tenemos buenas conexiones con las principales ciudades de Alemania. Y entre las que tenemos, muchas de ellas están operadas por la desastrosa Iberia, que sigue trabajando como si fuera la única compañía que monopoliza el mercado. He estado yendo a la feria berlinesa desde el año 2004. Bien, pues todos los años he tenido problemas para ir o volver. Algún año, para ir, tuve que coger un avión dos días antes de que empezara la feria. No había más conexiones. Y a la vuelta, también he tenido el dudoso gusto de conocer el hotel de mala muerte en el que la compañía mete a sus viajeros por haber perdido la conexión con Málaga en Barajas. El peor, sin embargo, fue el año 2009. Me perdieron las maletas tanto a la ida como a la vuelta. Aún estoy esperando una compensación. Estuve dos días en Berlín, a cinco grados bajo cero, y lógicamente tuve que comprarme bastante ropa de abrigo. Esta mañana he estado buscando en mi archivo particular las crónicas de ‘Temporada Alta’ escritas al regreso de Berlín. Creo que con sólo ver los titulares ya se sabe de qué va el asunto: ‘El difícil regreso de la ITB de Berlín (13 de marzo de 2006), ‘La Costa necesita ya vuelos directos’ (12 de marzo de 2007), ‘El desastre de Iberia estropea la promoción’ ( 11 de marzo de 2009). Y este año, por lo que cuentan los compañeros, pues lo mismo. Mucho hablar de acciones directas, de excelencia, de calidad, de vuelos con no sé cuántos países del mundo y a la hora de la verdad no estamos bien conectados con nuestro segundo mercado emisor. Es lamentable. Sobre todo porque llevamos muchos años con lo mismo y aún no tenemos una solución. franciscompastor@gmail.com