Fitur, sarna con gusto no pica

Escribo estas líneas apresuradas tras un largo día de trabajo y mientras me preparo para ir a cenar. Serán unas impresiones rápidas sobre Fitur, la famosa Feria Internacional de Turismo de Madrid. La primera, evidente, ya se había comentado antes incluso de la feria. Hay mucho menos espacio expositivo que otros años. La crisis ha hecho mella y, si bien casi todos los destinos quieren estar representados en esta cita, la gran mayoría de los expositores han reducido considerablemente su espacio. En algunos pabellones, unas telas, a modo de trampantojo, sirven para evitar la imagen que daría una gran nave medio vacía. Pese a todo, la imaginación es una gran aliada de los tiempos de crisis y muchos destinos han demostrado que se puede hacer más con menos. En los estands hay mucho más sitio para el trabajo que para la exhibición. Y eso es bueno. La segunda impresión tiene que ver con las cifras. Un año más, estamos ante un Fitur de incertidumbre. Nadie se atreve a dar un dato fiable acerca del comportamiento del año. Hay confianza, porque pese a todo el año 2011 no ha sido malo para el turismo, pero nadie dirá una cifra real de previsión. De lasa actividades presentadas esta mañana habría que destacar la repercusión que ha tenido la exposición ‘La Sábana Santa’, que se celebrará en Málaga entre febrero y mayo. Impresionante la cantidad de personas que se han acercado al expositor de la ciudad para pedir información sobre la muestra. Minutos antes de su presentación fueron los Príncipes los que se acercaron a Málaga durante su visita por el pabellón andaluz. Don Felipe ha preguntado por la importancia del turismo de cruceros e incluso ha charlado con el alcalde, Francisco de la Torre, y la concejala de Turismo, Carolina España, sobre las repercusiones que el reciente accidente del ‘Costa Concordia’ puede tener para este segmento. En lo que a mí respecta, tengo una cosa clara: Fitur es cansadísimo vengas como redactor, como jefe de prensa, como expositor o como visitante. Acaba uno con los pies reventados de tanto recorrer pasillos. Eso sí, como decía mi abuela, sarna con gusto no pica. Y mí, qué quiere que les diga, me encanta el turismo y todo lo que esté relacionado con este sector. franciscompastor@gmail.com