Thyssen: un día histórico para Málaga

Carmen Thyssen, junto al alcalde, en una de sus múltiples visitas a las obras del palacio de Villalón.

Atrás quedan las duras negociaciones con la baronesa, las polémicas con otras ciudades andaluzas, los ruidos de las obras a cualquier hora del día (que se le pregunten a mi amiga Ana), las prisas por inaugurarlo antes de la campaña electoral para las próximas elecciones. Mañana abre sus puertas el Museo Carmen Thyssen. Estamos, pues, en vísperas de un día histórico para Málaga. Como lo fue en su momento la inauguración del Museo Picasso. Por lo pronto, la nueva pinacoteca, además de sumar a la oferta cultural y turística de la capital un nuevo atractivo de primer orden, está sirviendo ya para remodelar uno de los espacios más céntricos de Málaga y a la vez más degradados. Aún queda mucho por hacer (la calle Cisneros, por ejemplo, sirve en estado lamentable), pero la primera piedra ya se ha puesto. Desde ya vamos a acostumbrarnos a ver a los grupos de turistas enfilar la calle Compañía para dirigirse al Museo Carmen Thyssen, como nos hemos acostumbrado estos días a ver a la baronesa en zapatillas y vaqueros ultimar los detalles de su pinacoteca; una pinacoteca que, justo es reconocerlo, guardará entre sus muros obras de los más grandes pintores del siglo XIX. Cuando a finales del año próximo estén terminadas las obras del Museo de Bellas Artes en el palacio de la Aduana, Málaga será un punto de encuentro único para todos los amantes de un tipo de arte tanto tiempo olvidado por los españoles. Pero siendo muy importante la colección permanente del Museo Carmen Thyssen, la directora de la pinacoteca, María López, nos anuncia ya importantísimas exposiciones temporales, colaboraciones con los más prestigiosos museos de Europa, intercambios con la Universidad… en fin, que Málaga se va a convertir en un centro artístico de primer orden. Y eso es siempre una grata noticia. Excelente. Más aún en estos tiempos de penurias y recortes. Tantas obras y tantas molestias nos han servido, además, para recuperar un inmueble, el palacio de Villalón, que nunca deberíamos haber perdido. Nunca es tarde, sin embargo, si, como es el caso, la dicha es buena. Y lo va a ser aún más. Pronto lo notarán los comerciantes de la zona y los vecinos propietarios de locales en el entorno del museo. Ojalá Málaga y los malagueños pudiéramos disfrutar con más frecuencia de este tipo de actos. Este fin de semana, por lo pronto, es tiempo de disfrutar. De nuestro museo. Porque el Museo Carmen Thyssen ya es de todos los malagueños. franciscompastor@gmail.com